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Elementos principales del certificado IFS
El certificado IFS (International Featured Standard) es un certificado de carácter internacional especialmente enfocado en productos, servicios y alimentación. Fue creado en el año 2003 bajo la denominación “International Food Standard”, y más tarde el nombre fue cambiado al actual porque sus competencias se extendieron más allá de los alimentos.
La normativa internacional IFS se ha desarrollado para todo tipo de distribuidores, así como para mayoristas con actividades similares. Deben garantizar la seguridad de su marca en los productos que venden. Este certificado resulta de gran ayuda para cumplir con los requisitos que establece la ley en lo relativo a la seguridad jurídica. Además, aporta normas transparentes y comunes para todos los proveedores, al tiempo que facilita la implantación de procesos de mejora continua.
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Hoy en día, cada uno de los fabricantes y mayoristas de productos alimenticios de marca propia debe acogerse a las auditorías de IFS. Este certificado se aplica a todos y cada uno de los agentes que forman parte de la cadena de suministros, a excepción de aquellos del sector agrícola.
El desarrollo de esta normativa internacional responde a la creciente demanda por parte de los consumidores. Además, los distribuidores y mayoristas exigen cada vez más responsabilidades a nivel legal. Son aspectos que hacen esencial el desarrollo de un control de calidad estándar y uniforme en la seguridad alimentaria.
Beneficios y objetivos del certificado IFS
Los objetivos fundamentales de la International Food Standard (IFS) son cuatro. Por un lado, es requisito imprescindible establecer una normativa común en todo el mundo, con el mismo sistema de evaluación. Por otro lado, permite trabajar con los organismos certificadores acreditados y auditores autorizados. Además, garantiza la transparencia y honestidad de todas las fases que componen la cadena de suministro. Y, por último, la normativa supone un importante ahorro de costes y tiempo para los proveedores y minoristas.
Respecto a los beneficios del certificado, el primero y más relevante es que reduce el número de auditorías que deben llevar a cabo las empresas de distribución. Además, supone una clara prueba del cumplimiento de la normativa en lo referente a la seguridad alimentaria.
A todo ello hay que sumar que la normativa IFS permite la absoluta conciliación del control de calidad y la seguridad alimentaria. Y, por último, facilita en gran medida el control de todas y cada una de las fases de producción. Se reducen los posibles peligros de contaminación, garantizando la inocuidad de los alimentos producidos y/o envasados.
¿Cuáles son los elementos del certificado IFS?
Ahora que conoces qué es el certificado IFS y cuáles son sus objetivos y beneficios, es importante destacar los principales elementos de la normativa.
- Higiene del personal: uno de los aspectos más relevantes de la normativa tiene que ver con la higiene del personal que trabaja en la compañía del sector alimentario. Es fundamental que todos y cada uno de los empleados cumplan con la normativa vigente en lo relativo a la higiene y salubridad en el puesto de trabajo. Medidas básicas como el adecuado lavado de manos son esenciales.
- Gestión de materiales extraños: todas las empresas del sector alimentario deben establecer un protocolo para la adecuada gestión de materiales extraños con el objetivo de evitar casos de contaminación, y de contaminación cruzada. El protocolo tiene que detallar aspectos tan relevantes como el almacenaje y el envasado de los materiales.
- Especificación detallada de las materias primas: y, por último, todos y cada uno de los productos deben tener especificadas todas y cada una de las materias primas.
Esto es todo lo que debes saber sobre el certificado IFS, fundamental para las compañías del sector alimentario.
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