Cómo las normas ISO pueden impulsar el crecimiento de tu empresa

La Organización Internacional de Estandarización, conocida por el acrónimo ISO, es una organización dedicada a la creación de estándares internacionales. Fundada a mediados del siglo XX, su sede se encuentra en Ginebra y en la actualidad cuenta con un total de 167 países miembros. Existen más de 22.000 normas ISO diferentes, cada una de ellas centrada en la regulación de un determinado elemento de gestión de las compañías.

Por ejemplo, la norma ISO 9001, establece los requisitos del Sistema de Gestión de Calidad para asegurar la calidad de los productos y servicios que ofrecen compañías de todo el mundo, independientemente de su tamaño y sector de actividad. Tiene un claro enfoque hacia la satisfacción de los clientes y se basa en la mejora continua.

Por su parte, la ISO 14001 implementa un Sistema de Gestión Medioambiental. Proporciona a las empresas las herramientas que necesitan para identificar aquellos servicios o fases del proceso productivo que ocasionan un impacto negativo sobre el medio ambiente y aplicar las medidas de mejora que consideren oportunas. Gracias al uso optimizado de los recursos, esto conlleva una reducción de los costes operativos.

La norma ISO 27001, que implementa un Sistema de Gestión de Seguridad de la Información, es una de las más demandadas en la actualidad. Se encarga de asegurar las buenas prácticas en la gestión de la información que manejan las compañías, garantizando la disponibilidad e integridad de la misma. Para ello, es necesario realizar un análisis de los principales riesgos y amenazas y desarrollar un programa de seguridad informática.

Beneficios de las normas ISO para impulsar el crecimiento de tu empresa

Todas las normas ISO son de carácter internacional y, por lo tanto, reconocidas en todo el mundo. Cuando una organización busca un nuevo proveedor, en la gran mayoría de casos uno de los requisitos es que cuente con un Sistema de Gestión. La certificación adquiere una mayor relevancia cuando se compite en el sector público, ya que para acceder a casi todos los concursos las Administraciones exigen a las empresas estar certificadas en las normas ISO.

Los clientes son el activo más importante para las compañías. El eje central en torno al cual gira todo. Gracias a los Sistemas de Gestión, pueden mejorar su satisfacción, limitándose no solo a satisfacer sus necesidades, sino yendo un paso más allá y superando sus expectativas. Esto es algo esencial para establecer con ellos una relación sólida y de confianza en el largo plazo, manteniendo su fidelidad y lealtad. Además, estos clientes no dudan en recomendar la marca a sus conocidos, lo que supone un incremento en la cifra de ventas.

Una de las principales características de las normas ISO es que permiten evaluar las interacciones globales de los procesos, así que certificarse en ella conlleva una mejora de la eficiencia y un ahorro de costes operativos. Esto ocurre gracias a la eliminación de desperdicios que aparecen cuando se desconocen las deficiencias existentes en las diferentes fases del proceso productivo.

Otro principio fundamental de los certificados es la necesidad de usar la toma de decisiones basada en evidencia. Una de las tareas que implica el Sistema de Gestión es realizar un análisis del contexto tanto interno como externo. Esto permite detectar problemas ocultos, lo que significa que las empresas pueden tomar medidas rápidamente para prevenir o evitar que los errores se repitan en el futuro.

Y, por último, cabe señalar que todas las normas ISO se basan en la mejora continua, algo fundamental para mantener un fuerte nivel competitivo en un mercado como el actual.