ESCRÍBENOS
ESCRÍBENOS
Pasos clave para obtener la certificación ISO y aumentar la confianza de tus clientes
Las normas ISO son un conjunto de normas orientadas a ordenar la gestión de una empresa en sus diferentes ámbitos. La alta competencia internacional y los procesos globalizadores del mercado y la economía, han propiciado que dichas normas, a pesar de su carácter voluntario, hayan ido ganando una gran aceptación y reconocimiento a nivel global.
Son establecidas por el Organismo Internacional de Estandarización (ISO), y están formadas por estándares y guías relacionados con herramientas y sistemas específicos de gestión que se pueden aplicar en organizaciones de todos los tamaños y sectores de actividad.
Las normas ISO se crearon para orientar, coordinar, simplificar y unificar criterios a las empresas con el principal objetivo de aumentar la efectividad y reducir costes. Con el paso del tiempo, se han desarrollado y millones de empresas de todo el mundo las han adoptado para homogeneizar los parámetros y características de seguridad y calidad de los servicios y productos.
Ofrecen ventajas muy interesantes para las compañías. Una de las más destacadas es que proporcionan los estándares y las herramientas que necesitan tanto para alcanzar como para mantener mayores niveles de calidad en los productos o servicios. Esto se traduce directamente en una mayor satisfacción de los clientes, que son cada vez más exigentes.
Además, gracias a las normas ISO las empresas pueden reducir costes y, de esta forma, obtener más rentabilidad e incrementar los niveles de productividad. A día de hoy, son uno de los mejores medios para alcanzar una ventaja competitiva y establecer un valor diferencial. También ayudan a implementar procesos de mejora continua y favorecen el acceso a nuevos mercados.
¿Cómo certificarse en las normas ISO?
Los pasos a seguir son los siguientes:
- Requisitos: en primer lugar, la organización tiene que familiarizarse con los requisitos de la implantación de un Sistema de Gestión según la norma ISO. Esto es fundamental para establecer el enfoque adecuado a la hora de afrontar el proyecto y elaborar la estrategia más oportuna.
- Situación: aunque esta fase muchas veces pasa desapercibida, la empresa tiene que dedicar tiempo y esfuerzo a evaluar cuáles son sus fortalezas y debilidades. De lo que se trata es de hacer una evaluación inicial de la situación de la compañía para conocer cuál es el estado de cumplimiento con la norma a certificar.
- Sistema de Gestión ISO: implementar un Sistema de Gestión ISO de manera estructurada y con un buen plan de acción es clave para alcanzar los objetivos propuestos.
- Procesos: en función del estándar que quiera implantar la organización, los procesos y las necesidades de documentación son diferentes. En cualquier caso, los Sistemas de Gestión ISO actuales facilitan la integración de los procesos comuna política que defina los requisitos de medioambiente, calidad, etc.
- Documentación: es obligatorio documentar las declaraciones de aplicabilidad, cómo se controla la documentación, análisis y acciones de mejora para el tratamiento de debilidades y amenazas, planes de formación, infraestructuras, etc.
- Formación: para la implementación de un Sistema de Calidad ISO, la formación de todos los empleados es fundamental. El hecho de que estos estén capacitados va a hacer que cualquier tarea sea más sencilla, fluida y rápida.
- Auditorías internas: las auditorías internas de un sistema ISO son inspecciones en las que la empresa evalúa si se cumplen todos los requisitos de la norma en cuestión.
- Puesta en marcha: esta fase es muy importante porque un sistema bien implementado tiene que integrarse dentro de los procesos de la organización. Es necesario medir algunos aspectos para saber si realmente el sistema está funcionando correctamente.
- Auditoría de certificación: una vez implementado el sistema, hay que seleccionar una empresa certificadora de la norma ISO. Una entidad independiente envía al auditor y emite el certificado ISO después de un proceso de auditoría de certificación.
Beneficios de la Certificación en Normas ISO
La certificación en normas ISO proporciona una serie de beneficios significativos para las organizaciones que van más allá de simplemente cumplir con estándares establecidos. Uno de los principales beneficios es la mejora continua de la calidad, lo que se traduce en una mayor satisfacción del cliente. Al seguir los estándares y directrices establecidos por las normas ISO, las empresas pueden identificar áreas de mejora y optimizar sus procesos, lo que resulta en la reducción de costos operativos y un aumento en la productividad.
Además, la certificación en normas ISO también puede servir como un diferenciador competitivo en el mercado, proporcionando a las empresas una ventaja distintiva y facilitando el acceso a nuevos mercados. La implementación de un Sistema de Gestión basado en normas ISO no solo implica cumplir con requisitos, sino también establecer una cultura de mejora continua y compromiso con la excelencia en toda la organización.
Contacta con nosotros
Completa el formulario y te responderemos a la mayor brevedad