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ISO 14001: claves para un negocio exitoso

19/02/2024

La Organización Internacional de Normalización (ISO) desarrolla estándares internacionales con el objetivo principal de establecer especificaciones y requisitos que garanticen la calidad, eficiencia y seguridad de productos, servicios y sistemas. Aunque estas normas son voluntarias, cada vez más empresas, sin importar su tamaño o sector, muestran interés en adoptarlas debido a los beneficios que ofrecen.

La norma ISO 14001, que establece criterios para la implantación de un Sistema de Gestión Ambiental (SGA) efectivo, se basa en el enfoque de mejora continua. Este enfoque implica implementar procesos para cumplir con los objetivos y políticas ambientales, evaluar regularmente el desempeño ambiental y realizar mejoras continuas en el SGA.

Los principios fundamentales en los que se basa la norma ISO 14001 proporcionan un marco para un SGA efectivo. Estos principios incluyen el enfoque basado en procesos, el enfoque basado en el ciclo de vida, el compromiso de la alta dirección y la participación de los empleados.

Al seguir los principios y directrices establecidos en la norma ISO 14001, las organizaciones pueden gestionar de manera más efectiva sus aspectos ambientales y contribuir a la sostenibilidad ambiental a largo plazo. Entre los beneficios destacados se encuentran la mejora del desempeño ambiental, el cumplimiento de regulaciones ambientales, la reducción de costos operativos y la apertura de oportunidades para acceder a nuevos mercados.

Además, ayuda a las organizaciones a identificar y gestionar los riesgos ambientales, lo que las prepara mejor para enfrentar desafíos inesperados y contribuir a la sostenibilidad a largo plazo tanto del medio ambiente como de sus propias operaciones.

 

Estructura y requisitos de la ISO 14001

La norma ISO 14001:2015 sigue una estructura definida que aborda desde el contexto empresarial hasta la mejora del desempeño ambiental. Destaca la necesidad de integrar la gestión ambiental en la planificación estratégica, lo que implica comprender el entorno empresarial y detectar oportunidades desde el principio.

En cuanto al liderazgo, la norma enfatiza el correcto funcionamiento del Sistema de Gestión Ambiental y amplía las responsabilidades para fomentar una cultura ambiental en toda la organización.

La gestión por procesos se considera esencial para garantizar que la organización pueda alcanzar sus objetivos ambientales, minimizar los impactos no deseados y promover la mejora continua.

La comunicación desempeña un papel crucial al facilitar el intercambio de información relevante para el sistema de gestión ambiental de una organización, incluyendo datos sobre aspectos ambientales importantes y requisitos legales.

Para obtener la certificación, es fundamental contactar a una empresa de auditoría especializada para identificar las mejoras necesarias y establecer un plan de acción adaptado a la actividad y al sistema de producción de la empresa.

Establecer una política ambiental interna con objetivos y procesos adicionales es esencial, así como identificar y controlar los aspectos ambientales y requisitos legales relacionados con la actividad.

La formación de empleados y la comunicación eficaz de sus responsabilidades en temas ambientales son parte integral del proceso. Además, es necesario tener un plan de acción para emergencias ambientales y realizar auditorías internas y revisiones dirigidas por la alta dirección para asegurar la eficacia del Sistema de Gestión Ambiental.

 

Beneficios que ofrece a las empresas

La norma ISO 14001 de 2015 representa un avance significativo en la gestión ambiental empresarial. En comparación con ediciones anteriores, esta versión incorpora nuevos valores como el ahorro de energía y la reducción de residuos, lo que mejora considerablemente la forma de trabajo de la organización.

Además, el Sistema de Gestión Ambiental brinda un marco sólido para identificar, evaluar y cumplir con los diversos requisitos legales ambientales impuestos por la normativa vigente. Este aspecto no solo asegura el cumplimiento normativo, sino que también contribuye a mitigar riesgos y reducir costes asociados a posibles incumplimientos.

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